Historia
Sengoku Jidai
El Sengoku Jidai o “período de los estados de guerra” (1467 - 1573) fue un tiempo de casi constante conflicto militar en todo Japón. Con el shogunato Ashikaga en el poder pero gravemente debilitado por la Guerra de Ōnin, varios daimyos (señores de los clanes) locales intentaron hacerse con el shogunato.
Shogunato
A pesar de que Japón fue gobernada por un emperador a lo largo del período Sengoku Jidai, el verdadero poder emanaba del shogunato: una dictadura militar dirigida por el más grande de los señores de la guerra, el shogún. El shogún usaba sus recursos militares para controlar el país desde su cuartel general en la capital Kioto.
Clanes
Una vez colapsó el shogunato de Ashikaga al final de la Guerra de Ōnin, Japón se dividió en muchos pequeños feudos, cada uno de ellos controlado por una familia noble o clan. A pesar de que el país se convirtió en hogar para cientos de estos clanes durante el período Sengoku Jidai, sólo unos pocos de ellos tenían la fuerza y la visión estratégica para conseguir hacerse con el shogunato.
Daimyo
Durante el período Sengoku Jidai, cada clan era dirigido por un daimyo, un poderoso señor que tomaba las decisiones militares, económicas y sociales del clan. Las actividades de un daimyo, como administrador y diplomático, siempre estaban dirigidas con vistas a aumentar el poder y posición de su clan y, finalmente, a reclamar el último rango de shogún para sí mismo.
Samurai
Los samuráis eran expertos en una variedad de estilos de lucha y se adherían estrictamente a los postulados del Bushido, un código de conducta que impartía honor, valor y lealtad hasta la muerte. Aunque la mayoría de los samuráis estaban al servicio de un daimyo, algunos samuráis, conocidos como ronin, no tenían señor, abandonaron la disciplina del Bushido y se convirtieron en bandidos o mercenarios.