Gran Bretaña
Desde la unión de las coronas de Escocia e Inglaterra en 1603, las Islas Británicas han vivido un siglo de turbulencias y agitación religiosa sin parangón. En los últimos 15 años, la Revolución Gloriosa de 1688 ha derrocado al odiado Jacobo II, que profesaba la religión católica. Siguió una corta pero cruenta guerra en Irlanda que aseguró el gobierno de los monarcas protestantes Guillermo y María.
La fuerza de Gran Bretaña reside en el mar. El comercio colonial paga la armada y, a su vez, la armada protege el comercio. El Canal de la Mancha mantiene a raya a las potencias continentales, pero solo mientras permanezcan divididas. La seguridad de Gran Bretaña se vería amenazada si una nación se alzara para unir el continente. Para evitarlo, el reino anglosajón debe elegir cuidadosamente sus alianzas y construir fuertes vínculos con sus territorios de ultramar.